"Dudas" relato sin razón

Adolfo se miraba frente al espejo y pensaba para sí mismo, nunca fui demasiado grande, ni demasiado chico, tampoco calvo pero tengo pocos pelos, no estoy gordo pero tampoco estoy flaco, muchas veces no me entiendo, y otra veces me entiendo lo suficiente.

En realidad no soy tan viejo pero tampoco soy joven. No suelo ir al psicólogo pero creo que necesitaría visitarlo, O al menos permitirle conocer mis dudas existenciales.

Aunque a veces dudo...Porque quizás me mande hasta el psiquiatra, y entonces decida no hacerle caso e irme de paseo.

¡¡¡Qué mejor terapia que recorrer está hermoso y bendito país que aún no conozco, tomar el agua natural del cauce de los arroyos cuando bajan de la montaña limpios y transparentes!!!.

Ahora que lo pienso y aquí frente al espejo empañado, creo ese que se refleja no es mi rostro ¿o será que no me había dado cuenta que soy tan feo?

Lo que sí me voy a prometer a mí mismo desde ahora en más es no mirarme más, ni siquiera en el reflejo del lago, al menos hasta que me haga la cirugía estética y me sienta lindo tras la obra certera del cirujano.

Pensandolo bien ayer casualmente le pregunté y me dijo que me saldría unos diez mil dólares cambiar unos detalles de mi rostro, la papada, la nariz de aguila, mis pómulos... ¿Pero que me pasará desde lo  emocional cuando me noté tan distinto?.

Seguiré siendo el Adolfo que todos quieren, y que alegra los corazones de la gente con sus chistes, o no me reconoceran, me tornare serio y, por sentirme lindo hasta algo vanidoso.

Pensándolo bien mejor me aceptó como soy, tal vez deje de dudar y entienda de una vez por todas que la verdadera belleza el ser humano la tiene en su personalidad.

Bueno algunos, porque conozco cada uno, que de tan hipocritas que son, ni con lustrabotas podemos darle algo de brillo ante la mirada de los demás.