Muchas veces decimos una cosa y hacemos otra; incluso a veces hasta inocentemente.
Pero si queremos ser ejemplos debemos ser auténticos, con nosotros mismos y con los demás... Aún sin querer ser ejemplos de nada, pensándolo bien en temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, deberíamos por nuestro bien y el de nuestros hijos ser cuidadosos en la búsqueda de no generar más contaminación; o al menos reducir nuestro consumo de elementos descartables que terminan contaminando el suelo, los ríos, o todos los lugares donde se tiran o depositan.
La tarea no es difícil, por ejemplo cuando vamos al comercio llevar bolsa para traer la mercadería, cuando consumimos cosas al aire libre descartar los envases en cestos de residuos y no hacernos los distraídos tirándolos en cualquier lado; cuando viajamos cuidar la casa común de todos es no tornarnos en consumidores compulsivos y comprar elementos, que después de pasado el entusiasmo que desencadenó la compra quedan amontonados sin brindar un servicio y un día terminan en algún basurero contaminando el medio ambiente.
Pero además si decimos cuidar el medio ambiente y amar la tierra, pongámoslo por obra, hay historias en Internet que nos servirían de estimuló, por ejemplo la de unos agricultores de Brasil que convirtieron un desierto en un bosque, escuchelo, es interesante.
